viernes, 26 de diciembre de 2014

El Séptimo Sello y Albertus Pictor


El museo de la provincia de Estocolmo, Läns museum, tiene una exposición de Albertus Pictor, quien puede describirse como uno de los principales pintores de Suecia. La obra artística de este artista está presente en más de 30 iglesias del país escandinavo. La importancia de Albertus Pictor no solo está motivada por su trabajo, en donde deja un testimonio claro de la época en que le tóco vivir, sino porque ha inspirado a otros artistas de su propia nacionalidad, aunque de alcance universal como es el caso del director de cine Ingmar Bergman.


Suecia, mediados del siglo XIV: La Peste Negra asola Europa. Tras diez años de combataes en las Cruzadas, el caballero sueco Antonius Blovk y su leal escudero regresan de Tierra Santa. Blovk es un hombre atormentado y lleno de dudas. En el camino se encuentra con la Muerte, que lo reclama. Entonces el caballero le propone jugar una partida al ajedrez, con la esperanza de obtener de ella las respuestas a las grandes cuestiones de la vida: la muerte y la existencia de Dios.


Esta es la sinopsis de El Séptimo Sello, una película dirigida por Ingmar Bergman en 1957. Nos hace pensar sobre la vida como un juego contra la muerte, un juego que de todas formas vamos a perder, aunque depende de nuestra creatividad e inteligencia ganarle tiempo a la muerte para agregar días a la vida, encontrarle sentido y respuesta a tantas incógnitas no resueltas (la guerra, la enfermedad, la injusticia, etc.). Esta escena tan famosa de la Muerte jugando al ajedrez contra un mortal está inspirada en el mural de Albertus Pictor, la muerte jugando al ajedrez. De hecho, Albertus Pictor también aparece como personaje en la película dialogando con Jöns, el escudero de Antonius Block.

En El Séptimo Sello es donde se ve la influencia que Albertus Pictor tiene sobre la obra de Bergman. Hay dos elementos que ocurren en este film. El primero es la partida de ajedrez entre un caballero que vuelve a su tierra después de años combatiendo, y un sujeto que personifica a la muerte misma. 



El segundo elemento que Bergman recrea en su film es la danza con la muerte que se escenifica ya tocando el final del film. Las pinturas de la muerte jugando ajedrez con el caballero y la danza con la muerte que pertenecen a Albertus Pictor se pueden apreciar en la iglesia medieval de Täby.


Este cuadro de Albertus Pictor y la película de Bergman nos muestran una realidad cruda pero siempre presente en la vida de todos nosotros: La Muerte. Lo terrorífica que es, ese esqueleto pálido con una eterna sonrisa que no es tranquilizadora, sino todo lo contrario. Esta juega al ajedrez con un mortal, es decir, no está quitando vidas en una cosecha sin fin. ¿Por qué el ajedrez? Será quizás, porque en él más que en cualquier juego, existen un sinfín de combinaciones pero que nos llevan siempre a un final. Un final que se puede prolongar porque el tiempo es lo que menos importa en comparación con otros deportes. En el ajedrez el tiempo es lo de menos. Si lo tomamos como una metáfora de la vida, podemos interpretarlo teniendo en cuenta no el éxito material o la fama, sino la sensación que podemos tener en el alma cuando se llega al final. Y la persona que juega con la muerte, solamente sabe que el juego, por más que pueda durar, terminará. La cuestión es saber cómo hacerlo, cómo terminarlo.
El film está rodado en blanco y negro, lo que hace mucho más interesante el juego simbólico de todos los elementos que lo componen. El negro (la muerte) contrasta con el blanco que caracteriza a los elementos más puros y nobles: los juglares, el niño pequeño y el joven matrimonio. También el tablero de ajedrez con sus fichas blancas y negras intensifica la relación entre el blanco y negro, la vida y la muerte.
Bergman eligió el escenario más adecuado (la época más oscura de la Edad Media) para presentarnos el panorama de la búsqueda existencialista. En palabras del propio director, esta película surgió «contemplando los motivos de pinturas medievales: los juglares, la peste, los flagelantes, la muerte que juega al ajedrez, las hogueras para quemar a las brujas y las Cruzadas. Esta película no pretende ser una imagen realista de Suecia en la Edad Media. Es un intento de poesía moderna, que traduce las experiencias vitales de un hombre moderno en una forma que trata muy libremente los hechos medievales. En el Medioevo los hombres vivían en el temor de la peste. Hoy viven en el temor de la bomba atómica. El séptimo sello es una alegoría con un tema muy sencillo: el hombre, su eterna búsqueda de Dios y la muerte como única certidumbre».

“- ¿Quién eres tú? 

- La muerte. 

- ¿Es que vienes por mí? 

- Hace ya tiempo que camino a tu lado. 

- Ya lo sé. 

- ¿Estás preparado? 

- El espíritu está pronto, pero la carne es débil. Espera un momento. 

- Es lo que todos decís, pero yo no concedo prorrogas.

- Tú juegas al ajedrez, ¿verdad? 

- ¿Cómo lo sabes?

- Lo he visto en pinturas y lo he oído en canciones. 

- Pues sí, realmente soy un excelente jugador de ajedrez.

- No creo que seas tan bueno como yo. 

- ¿Para qué quieres jugar conmigo? 

- Es cuenta mía. 

- Por supuesto. 

- Juguemos con una condición, si me ganas me llevarás contigo, si pierdes la partida me dejarás vivir. 

- Las negras para tí. 

- Era lo lógico, ¿no te parece?” 
El Séptimo Sello , Igmar Bergman.

jueves, 4 de diciembre de 2014

El Laberinto del Fauno: Un laberinto simbólico.

«Cuentan que hace mucho, mucho tiempo, en el reino subterráneo donde no existe la mentira ni el dolor, vivía una princesa que soñaba con el mundo de los humanos. Soñaba con el cielo azul, la brisa suave y el brillante Sol. Un día burlando toda vigilancia, la princesa escapó. Una vez en el exterior, la luz del Sol la cegó y borró de su memoria cualquier indicio del pasado. La princesa olvidó quién era, de dónde venía. Su cuerpo sufrió frío, enfermedad y dolor. Y al correr de los años, murió. Sin embargo su padre, el rey, sabía que el alma de la princesa regresaría, quizás en otro cuerpo, en otro tiempo y en otro lugar, y él la esperaría hasta su último aliento, hasta que el mundo dejara de girar....». El Laberinto del Fauno, Guillermo del Toro.
El Laberinto del Fauno es una película escrita y dirigida por Guillermo del Toro en 2006 que trata sobre la búsqueda de una joven para escapar del fascismo español. La historia gira en torno a la unión de la naturaleza pura y opresiva del mundo real con el mundo mágico y perturbador, en ocasiones, de la niña. Pero este film, más allá de la historia, contiene gran cantidad de símbolos ocultos y arquetípicos.

Al comienzo de la película, Ofelia se encuentra junto a un monumento que representa al fauno con un ojo perdido. Ofelia encuentra el ojo perdido y lo coloca en la estatua. Un insecto mágico aparece: La búsqueda mágica de Ofelia ha comenzado. Esta escena nos dice que la búsqueda de Ofelia se encuentra en la naturaleza donde no todos tienen "ojos para ver" el mundo mágico que está a punto de conocer. En el simbolismo oculto, los ojos se remontan al antiguo Egipto con el mito del ojo de Horus siendo restaurado por Toth (Dios de la ciencia y de la magia). Mientras que el ojo derecho se asocia con la percepción de la información concreta, el ojo izquierdo de Horus percibe lo místico, el plano espiritual.

Después Ofelia descubre un laberinto y se encuentra con un fauno que le dice que ella es una princesa del inframundo y que podrá reunirse con su padre allí si cumple tres misiones para él. El fauno es un prototipo de energía natural y es una deidad fálica que representa el poder de impregnación del Sol. Es la bestia con cuernos que guía a Ofelia y le muestra el camino para apartarse del absurdo mundo real, ayudándola a través del laberinto real e imaginario que tienen que pasar. A partir de la historia del Minotauro, el laberinto adquirió un significado simbólico sobre la reclusión y la libertad, la vida y la muerte, el mundo subterráneo y la salvación. “Los laberintos simbolizan la inmortalidad. Simbolizan el tortuoso camino, el engañoso e imprevisible camino, que nos conduce después de la muerte a esa otra necesaria dimensión de la existencia” Miguel Rivera Dorado, Los laberintos de la Antigüedad.

Otro símbolo que encontramos gira en torno al padrastro de Ofelia, el capitán Vidal. Este es un personaje que representa el fascismo español. Se muestra en varias circunstancias en la búsqueda y mantenimiento de su reloj. Lo podemos simbolizar como Cronos, un personaje mitológico griego que representa el tiempo, la muerte y la cosecha. También conocido como "padre tiempo". 

Con la segunda misión de Ofelia vemos claramente otro símbolo. Esta misión consta de recuperar una daga que lleva el Hombre Pálido, y no correrá peligro alguno siempre que no consuma ningún alimento de ese lugar. Esta criatura tiene los globos oculares en un plato, por lo que no puede ver nada. En la escena se observan montones de representaciones del Hombre Pálido alimentándose de niños, que es, una vez más una reminiscencia de la obra de Goya. "Hay citas concretas en la película a muchas obras. Por ejemplo, el cuadro de Saturno devorando a un hijo lo cito cuando el Hombre Pálido se come a una de las hadas. Hay citas muy textuales sobre la forma de pintar y dibujar de Arthur Rackham, también hay citas muy puntuales a algunos pintores simbolistas”, Guillermo del Toro. 
Este monstruo es una representación de los poderes opresivos del mundo de Ofelia que tienen hambre por devorar la inocencia y la pureza. La daga podría tratarse de un símbolo fálico; la poca hombría del pederasta que lo rinde como un ser impotente que se vale de otros medios para penetrar la inocencia de las víctimas. Y la comida se trataría de engaños de los que se vale el monstruo para atraer la inocencia que él ansía devorar. El Hombre Pálido despierta colocándose los ojos en las manos cuando Ofelia se come una uva. Se los coloca en las manos porque no es capaz de ver con ojos físicos ni con los del alma la belleza de los niños, más que con sus manos que anhelan tocar y contaminar.




Ofelia crea un mundo de cuento de hadas para escapar de la vida real. Se introduce en un árbol como Alicia en una madriguera. Es una Alicia vestida de verde, una niña soñadora que se introduce en un mundo fantástico para aislarse de la cruel y dura realidad. Es un cuento realista y cruel donde la mitología hace volar la imaginación, pero no del todo.


El director reflexiona sobre el valor de la inocencia haciendo una distinción entre quienes son capaces de mirar y los que no. Llama al ser mágico que todos guardamos en el interior para dejar de lado al egoísta y malicioso. Entonces, ¿cuál es el verdadero destino de Ofelia? Como transmite la película, las claves de la respuesta se pueden encontrar por aquellos que tienen ojos para ver. 

¿Fantasía o realidad? "Para mí, por supuesto... REALIDAD", Guillermo del Toro.


viernes, 14 de noviembre de 2014

Espacio, tan solo espacio.

La arquitectura nos muestra y hace constancia de algo que existió, es la creación de espacios. Un edificio arquitectónico que todos conocemos es el teatro y, este ha experimentado cambios arquitectónicos a lo largo de la historia, aunque su función principal ha sido prácticamente la misma, solo que amoldada a su época.

Los edificios teatrales han acogido y vertebrado el desarrollo de actividades escénicas y musicales occidentales desde la antigüedad clásica. Arquitectura, sonido y acústica han caminado de la mano intercambiando influencias que han determinado las distintas morfologías de los espacios escénicos. Por ello, el progreso histórico justifica la acústica que deseamos percibir al presenciar un espectáculo musical o escénico de una época concreta, dado que ha sido la propia historia de la arquitectura la que se ha encargado de formar los "gustos acústicos" de los espectadores. Y todo ello de un modo perpetuo e imperceptible, como el paso del tiempo, como el discurrir de la propia historia.

A la realidad de los restos arquitectónicos y su estado de conservación más o menos afortunado, hay que sumar el soporte teórico de la época. De entre las fuentes del período greco-romano, el documento de mayor importancia que hace referencia a estos edificios teatrales es el Tratado de Architectura de Marco Vitruvio entre los años 27-11 a.C. 

El teatro como arte dramático empezó en la antigua Grecia en aquellos lugares destinado a la representación. Las primeras representaciones evolucionan de los primeros actos religiosos y, por tanto, tienen un componente didáctico. Por esto es lógico que las construcciones tengan como principal fin la buena visión y acústica de los espectadores y se sitúen en laderas aprovechando la pendiente.

Teatro de Epidauro, siglo IV a.C.
Posteriormente, con la expansión del imperio romano, éstos toman la cultura griega como base, adaptándola. Entonces sus teatros son una evolución del modelo griego.

Teatro de la Comédie Francaiçe (1687-1689)
Sería ya en París en pleno siglo XVII, donde aparece el primer teatro estable renacentista: El antiguo Teatro de la Comédie Francaiçe (1687-1689).

A lo largo de este siglo se producen grandes incorporaciones al modelo de teatro que ha llegado a nuestros días, como la aparición del arco de embocadura para separar la escena del espectador. Esto podemos verlo por primera vez en el teatro Farnese en Parma (1618-1628). Esto crea un espacio continuo con dos ambientes (según lo que se quiera relacionar con el público).

El teatro progresó hasta el siglo XIX e intentaba conseguir el máximo realismo en la puesta en escena. Una vez conseguido, aparece una corriente antirrealista que pretendía conseguir nuevas formas de representación (teatro simbolista, expresionista...) y con ellos, aparecen nuevos espacios que permitían estas nuevas formas de actuar. 

Teatro Total de W. Gropius (1927)
En cuanto a la escena, el primer gran escenario moderno es el Teatro Nacional de Dessau (1938). Aquí aparecen por primera vez los escenarios laterales con la función de mover escenas durante las representaciones. Estos espacios evolucionarán llegando a crear edificios como la Ópera de la Bastille de Carlos Ott (1989) que llega a tener diez escenarios laterales.

En los años 70 aparece el teatro de vanguardia que requiere nuevas formas de representación y la búsqueda de nuevos espacios para llevarlas a cabo. Así crean grandes salas diáfanas susceptibles de modificación según las necesidades de cada representación. Destaca el Teatro Schaubühne de Berlín (1982) que consta de una sola sala equipada tecnológicamente mediante suelos y paneles móviles. Esto crea una única nave divisible en tres (hemiciclo, teatro a la italiana y sala diáfana).

Teatro Schaubühne de Berlín (1982)
Por otro lado existe una vertiente contraria a unificar estas salas. Esta propone la construcción de grandes complejos teatrales en los que existan varias salas independientes con cada una de sus características específicas. Destaca el teatro Guthrie de Nouvel (2001) en el que se agrupan las tres salas.


Durante toda esta explicación se ha nombrado en varias ocasiones el término espacioLa evolución arquitectónica sobre los espacios teatrales nos enseña cuán importante es el espacio para la sociedad. Cómo podemos hacer de un espacio lo que es y que la sociedad lo vea de tal manera. De esto es de lo que se encarga y de lo que se ha encargado la arquitectura. En el caso de los teatros, son edificios que nos dirigen la mirada hacia lo que están representando en un escenario porque este es el fin del edificio. ¿Qué nos dice que va a empezar la función? O, ¿qué elemento nos dice que la función ha terminado? O, por decirlo de otra forma, ¿qué hace que percibamos un espacio de una manera u otra? De esto se encarga la luz, ese elemento tan importante en la arquitectura que sin ella sería imposible percibir un espacio.

Y solo hay que experimentar un espacio para comprenderlo. Si recorremos cualquier teatro podemos observar todas las perspectivas y todos los usos que se dan en él. El por qué el escenario de un teatro está más elevado que el suelo donde se sitúan las butacas, el por qué las butacas están situadas de tal manera o el por qué en la antigua Grecia tenía forma de semicírculo. La estructura de un edificio, junto a la luz de este, son elementos imprescindibles en la arquitectura.

He tenido la suerte durante años de poder recorrer todos los rincones de un teatro: Las butacas, el escenario, los vestuarios, la orquesta... Todos los lugares, quizás por esto me he decantado por escribir sobre los espacios teatrales. Cuando eres espectador, te sientas en esas grandes butacas aterciopeladas y el objetivo de estar allí sentado es disfrutar de la representación que está ocurriendo en el escenario, sumergirte en la función. Pero cuando estás en ese escenario iluminado tocando el piano delante de la gente, tu objetivo no es el mismo que el de los espectadores. Tu objetivo es regalar esos momentos al público (a pesar de esa sensación de vértigo a la que comúnmente llamamos nervios). El espacio, por lo tanto, está dividido en partes, en las que esas partes tienen sus respectivas funciones. Está estructurado e iluminado para ello y es diferente en cada época histórica. Butacas y escenario, espectadores y actores. Espacio, tan solo espacio.

"La arquitectura es la voluntad de la época traducida a espacio".
Ludwig Mies van der Rohe. 

viernes, 31 de octubre de 2014

Las Vidas Posibles de Mr. Nobody.

«Cuando elegimos, ¿qué parte se debe a la casualidad? ¿Por qué elegimos una cosa en vez de otra? ¿Qué hace que nuestra vida sea lo que es? ¿Qué parte juega la elección y qué parte juega una multitud de pequeñas causas que desconocemos? ¿Es posible que un desconocido en la otra punta del planeta, al cocer un huevo, cambie nuestra vida sin saberlo? Cuando estoy locamente enamorado y digo: "No podría vivir sin ella", ¿Qué hubiera ocurrido si no la hubiera conocido?»
Jaco Van Dormael.
Aquí empieza el viaje de Mr. Nobody.


Una mariposa aletea en un extremo del planeta, y la hoja que ha hecho volar propicia una catástrofe. Un hombre en paro de Brasil hierve un huevo que cambia la vida de otro hombre al otro lado del planeta. Insólitas casualidades, encuentros asombrosos, intensos momentos, tropiezos inesperados... La vida está repleta de situaciones que nos ponen contra la pared o que nos dan metros para que avancemos.

En el año 2092, Nemo Nobody es el último hombre que va a morir de anciano, en una época donde todas las personas son inmortales. Nemo tiene 117 años y se está acercando a sus últimos momentos de vida. Durante la película, se nos van revelando "recuerdos" de este anciano que bien podría estar completamente confundido, o ver todo mucho más claro que cualquiera.
El complejo guion de Jaco Van Dormal, plantea la multitud de incógnitas que el ser humano se ha preguntado a lo largo de la existencia. Desde qué es el tiempo hasta el por qué nos gusta una persona y, digamos que la frase de la película Drácula de Bram Stoker de 1992 (Francis Ford Coppola) "He cruzado océanos de tiempo para encontrarte", en esta película tiene mucho que ver.

La primera escena clave es aquella en la que Nemo nace. Los niños esperan a que los ángeles los elijan y, cuando lo hacen, estos pierden sus recuerdos. Sin embargo, el ángel no marca a Nemo, por lo que es capaz de recordar todas sus vidas pasadas. Cuando Anna le pide que vaya a bañarse con ella, él responde que no se baña con idiotas. Una mala decisión que, en la siguiente vida cambia y responde que no sabe nadar. 

Mr. Nobody entrelaza diferentes teorías de la física cuántica acerca del universo, la teoría del caos y otras explicaciones filosóficas y ficticias sobre el antes y el después de la muerte, para contar una historia sobre la extensa posibilidad de realidades que experimentamos a lo largo de nuestra vida. Nemo tiene el poder de recordar todas sus vidas, ya sean ficticias o vividas, a diferencia del resto de los hombres, a los que el ángel de la vida les ha borrado la memoria antes de que nacieran. 
Cuando se da el Big Bang, se crean todas las dimensiones entre las que se encuentra el tiempo. "El humo nunca vuelve al cigarro". Como consecuencia del Big Bang, el tiempo siempre avanza hacia delante, no obstante, cuando se produce todo lo contrario, el Big Crunch, el tiempo retrocede de forma que el humo ya vuelve al cigarro. Por lo tanto, se da un bucle de Big Bang y Big Crunch. Nacemos y morimos infinitas veces. Si el Big Bang se produce infinitas veces, cabe la posibilidad de que se den los mismos factores que dieron lugar a nuestra existencia y podamos nacer de nuevo.

Pero, viéndolo así, ¿Cómo podemos nosotros, los espectadores de la película, entenderla si no solo está repleta de flasbacks y flashforwards, sino que también está llena de diferentes realidades? Por el cronotopo.
Para Bajtín, el análisis del cronotopo es fundamental para entender una obra, porque a través de este se comprenden las relaciones espacio-temporales que se encuentran latentes en toda obra. Este cronotopo es la unión de los elementos temporales y espaciales que hace que todo sea inteligible. El narrador debe ser capaz de trasladar al espectador y situarlo en el mismo cronotopo en el que la relación de los elementos tiene un sentido. Nos hace partícipes de ese mismo marco de sentido en el que él está narrando y lo comparte con nosotros.

En Las Vidas Posibles de Mr. Nobody hay muchos elementos o cronotopos que ayudan a identificar qué vida de Nemo estamos viendo. "He querido dotar a cada vida de unas sintaxis diferentes y utilizar la cámara de manera específica para que desde el primer plano de una escena, sepamos en qué vida nos encontramos" (Jaco Van Dormael). Para cada vida hay una mujer muy distinta a las demás; una rubia, una castaña y otra oriental. Y estas vidas están filmadas de manera distinta, con diferentes técnicas. 

Otro de los principales elementos que nos ayudan a situarnos es el protagonista. De qué manera nos lo muestran, si es joven, si tiene el pelo largo, si viste de una determinada manera, si es anciano... Así, cuando vemos al protagonista de una determinada manera sabemos en qué momento se encuentra.
Sabemos que el futuro (o presente, como lo queramos ver), es el que es por los diferentes elementos que coloca el director. La ciudad desarrollada, las personas diferentes a las personas del pasado, los diálogos, etc. Igual que cuando vemos a Nemo de pequeño, sabemos que es una época pasada por los objetos de ese tiempo, son diferentes a los que rodean a Nemo en el futuro.
Toda la película es acompañada por otro elemento imprescindible: la música, y más en este film. 

Por lo tanto, todos estos elementos son los que el director coloca para que comprendamos en qué tiempo y en qué espacio nos situamos y así poder diferenciarlos unos de otros. Nos sitúa en un cronotopo concreto.


Si se cogen las partes por separado será un caos, pero todo encaja una vez junto. La manipulación del espacio temporal permite jugar sin límites con el espectador: Confusión, sorpresa y giros inesperados. Es increíble la capacidad del director para hacernos saltar de una realidad a otra provocando un aturdimiento de lo más satisfactorio y saber, gracias a los elementos que forman el cronotopo, en qué realidad de la vida de Mr. Nobody nos encontramos. 

El director pretende darnos lecciones de vida, invitarnos a perdernos en el espacio y en el tiempo en un laberinto colosal cimentado en la constante toma de decisiones que es la vida. Nos introduce en un mundo de interrogantes que se manifiestan en nuestro día a día y nos coloca a todos delante del espejo infinito, donde aparecen todos nuestros "yo", lo que somos y lo que podríamos haber sido.

"Antes era incapaz de hacer una elección porque no sabía qué iba a pasar. Ahora que sabe lo que va a pasar, es incapaz de hacer una elección".  
Las Vidas Posibles de Mr. Nobody. Jaco Van Dormael, 2009. 

viernes, 17 de octubre de 2014

El mito de Barthes.

«Acababa de leer a Saussure y, a partir de él, tuve la convicción de que si se consideraban las "representaciones colectivas" como sistemas de signos, podríamos alentar la esperanza de salir de la denuncia piadosa y dar cuenta en detalle de la mistificación que transforma la cultura pequeño burguesa en naturaleza universal».  
Roland Barthes, Mitologías.
En palabras del mismo Roland Barthes, crítico literario, sociólogo y filósofo francés, el mito es un habla. Es decir, un sistema de comunicación, un mensaje sujeto a unas condiciones lingüísticas que lo caracterizan. Según esto, cualquier objeto, idea o concepto es susceptible de convertirse en mito, siempre que se den ciertas condiciones. El mito se opone a la razón, explica lo inexplicable y es una forma de transmitir un sistema ideológico determinado.

Los mitos los crea el ser humano y la historia. Siempre tienen una intención a la hora de transmitir un mensaje. El mito está relacionado con la semiología, la cual es una ciencia que estudia las significaciones independientemente de su contenido, en donde se dice que en el mito, un significado puede tener varios significantes en cualquiera de los dos sistemas (lingüístico y mítico). En el caso de los mitos, un solo concepto puede encontrar concreción en diferentes formas.

Hay que señalar que el saber el contenido en el concepto mítico tiene un carácter abierto, es decir, puede tener varias interpretaciones. Cuando estos mitos se crean de manera consciente, suelen ir dirigidos a un grupo en concreto que se supone que los interpretará de una manera que interese a los creadores. Descifrar el significado del mito, más que un estudio semiológico, se puede hacer de otras formas sin dejar de lado la semiología. Se tendría que analizar de dónde viene el mito, quién lo realiza y qué nos dice.

Lunchtime atop a skyscraper, 1932

Todos, alguna vez, hemos visto la fotografía Lunchtime atop a skyscraper o Almuerzo en lo alto de un rascacielos. Una de las fotografías más emblemáticas de Nueva York de 1932. Fue tomada durante la construcción del edificio de la RCE, sede de la famosa radio y que actualmente pertenece a General Electrics, en el Rockefeller Center de Nueva York. Es una de las fotografías más importantes históricamente, hasta tal punto de convertirse en una leyenda para todos, siendo una de las fotografías más reconocidas del siglo XX.

Lo más curioso es que no tiene autor conocido. Es una fotografía de prensa que apareció en el New York Herald Tribune el 2 de octubre de 1932. Como era tradición, no estaba firmada. Durante mucho tiempo se pensó que era del gran Lewis Hine, pero últimamente se apuesta por Charles C. Ebbets.

Para un análisis semiótico apropiado, debemos ser capaces de delinear los diferentes pasos mediante los cuales se produce el sentido en la fotografía. Barthes dice que la representación ocurre a través de dos procesos separados pero vinculados. En el primer proceso, los significantes (elementos de la imagen) y los significados (los conceptos) que se unen para formar un signo con un mensaje simple. En este primer nivel descodificamos cada uno de los significantes en la imagen dentro de los conceptos apropiados. Once obreros que almuerzan, una viga, la ciudad. Esto provee un conjunto de signos con un mensaje: Once obreros están almorzando en lo alto de una construcción.

En el segundo proceso, este mensaje es vinculado a un segundo conjunto de significados. En este caso es un tema amplio ideológico sobre las pésimas condiciones laborales de los trabajadores en aquella época en Nueva York: La sociedad en crecimiento que se sostiene frágilmente, sin ningún tipo de salvavidas y a los propios hombres inconscientes y contentos que la integran. El documental Los Hombres de la Viga, profundizan más sobre esta famosa fotografía. Barthes llama a este segundo nivel de significación el nivel del mito.



(...) Tenía la certeza de que me miraba, sin que estuviese seguro de que me viese: distorsión inconcebible: ¿Cómo mirar sin ver? La fotografía separa la atención de la percepción; sólo muestra la primera, aunque es imposible sin la segunda.

Roland Barthes.


viernes, 10 de octubre de 2014

Hiyab.

En la actualidad, cada uno de nosotros pertenecemos a un determinado grupo social. Estos grupos sociales tienen unos determinados estilos de vidas, distintos a los de otro grupo social. Una forma de distinción de estos grupos sociales es la forma de vestir, la vestimenta.
Cuando vemos a un determinado grupo, no podemos evitar etiquetarlo, tenemos prejuicios hacia ellos sólo por su manera de vestir. Muchas veces caemos en el error más absurdo al etiquetar con la misma etiqueta cultural a un determinado grupo de personas. Un ejemplo claro es cuando vamos andando por la calle y vemos a una mujer con un hiyab o velo islámico en la cabeza. No puedo colocar la misma etiqueta cultural a todas las mujeres que lleven velo islámico. Por el mismo motivo que un musulmán moderno tiene muy poco que ver con un musulmán fundamentalista que quema a familias enteras por ser paganas. Tan ridículo como comparar a los católicos tolerantes con los inquisidores. Lo que sí puedo hacer es etiquetar el velo islámico como un complemento religioso que, depende del contexto y de la cultura de cada uno, significará una cosa diferente.

Durante estos últimos años, el tema del velo islámico ha sido muy discutido. Voy a basar mi entrada en una noticia publicada en el año 2007 en El País. El Gobierno autónomo de Cataluña obligó a un colegio a admitir a Shaima, una niña marroquí que faltaba a clase porque las autoridades del centro escolar le habían prohibido la entrada mientras llevara el hiyab o velo islámico. El colegio rechazaba cualquier vestimenta "que pudiera causar discriminación". El colegio pensaba que los alumnos podrían etiquetar a Shaima por lleva el velo islámico y esto causarle problemas de marginación. Por otro lado, la Generalitat consideraba que "el derecho a la escolarización debe prevalecer sobre las normas internas del centro". Esto abría puertas entonces al llamado multiculturalismo <<que promueve la no discriminación por razones de raza o cultura, la celebración y reconocimiento de la diferencia cultural así como el derecho a ella>>.

Con un pañuelo blanco en la cabeza por la mañana y otro verde y amarillo por la tarde, Shaima, la niña musulmana de ocho años que no podía asistir a clase con hiyab, regresó ayer a su escuela en Girona. La Generalitat instó la víspera a la escuela a que rectificara y permitiera la asistencia a clase de la niña con la prenda puesta porque el derecho a la escolarización prevalece sobre las normas internas de los centros. El director de la escuela, Lloreç Serra, había rechazado que la niña llevara pañuelo basándose en el reglamento del centro. Esta norma rechaza todos los elementos que puedan causar discriminación. El Departamento de Educación afirmó ayer que el director quiso evitar que "el pañuelo causara conflictos o que mofaran de ella".
Miércoles, 3 de octubre de 2007, EL PAÍS.

El hiyab es un símbolo de la religión donde la discriminación de la mujer es todavía más fuerte que en ninguna otra. Es la materialización de una discriminación por razón de sexo. Una tradición de la que la cultura democrática ha conseguido librarnos en gran parte gracias a un largo proceso. Una de las conquistas es el laicismo, uno de los pilares sobre los que se sostiene la democracia. El laicismo es <<la corriente de pensamiento, ideología, movimiento político, legislación o política de gobierno, que defiende o favorece la existencia de una sociedad organizada aconfesionalmente, es decir, de forma independiente, o en su caso ajena a las confesiones religiosas>>. El término laico (del griego λαϊκός, laikós - "alquien del pueblo", de la raíz λαός, laós - "pueblo"). El Estado laico no está en contra de la religión. Garantiza el derecho de creer y practicar la religión, siempre y cuando no infrinjan las leyes que garantizan la libertad, igualdad y demás derechos. Por tanto, los colegios públicos de un Estado laico no pueden ser confesionales (que significa que tiene relación con una religión o pertenece a ella), porque si así fuera, privilegiarían a una religión sobre otras. 

Francia prohibió desde el año 2004, "el uso de elementos ostentatorios de carácter religioso en las escuelas e institutos públicos del país". Esto fue considerada por algunas personas como reaccionaria y contra los inmigrantes de origen musulmán. Por el contrario, su razón era dar la oportunidad a todos de cualquier religión, raza o cultura de vivir en un ambiente de legalidad y libertad que les permitiera seguir practicando sus creencias que sean compatibles con las leyes. Y renunciando a las que no lo sean, como hizo la iglesia cristiana en convertirse en una opción más y no una "orden represiva" por parte de una institución ligada a la política del país. 

En Reino Unido hay otro sistema donde el Estado ha dado a los colegios la decisión de aprobar o prohibir el uso del velo islámico en las clases. Pero esto solo vale para los estudiantes, las maestras tienen prohibido dar clases con el hiyab en la cabeza. 

Por lo tanto, la prohibición del velo islámico en escuelas públicas afirma que las personas tenemos prejuicios por la forma de vestir de los demás, porque los alumnos podrían llegar a marginar a alguien sólo por su forma de vestir. Lo que hacemos también es etiquetar a la mujer que lleva el velo islámico como musulmana, como etiquetamos de judíos a los que llevan un kipá en la cabeza. Otra cosa es que nos parezca un símbolo de discriminación a la mujer o no. Esto depende del contexto y de la cultura que cada uno tenga. Para mi, el velo islámico puede ser símbolo de sumisión de la mujer, pero para los musulmanes que lo lleven no lo será así. Son diferentes contextos y diferentes culturas.

Si la democracia quiere ayudar a que la religión musulmana se adapte a la cultura democrática, no pueden renunciar al laicismo y la igualdad que tanto ha costado conseguir. Los humanos etiquetamos a las personas, tenemos prejuicios hacia ellos por su manera de vestir. Al tener este tipo de prejuicios, llegamos a equivocaciones inmensas. En lo que sí nos ayudan las etiquetas es a facilitarnos el pensamiento, por ejemplo, a todas las mujeres que llevan velo islámico las etiquetamos como musulmanas. Podemos etiquetarlas de manera general, pero a la persona interior es imposible poder etiquetarla.

sábado, 4 de octubre de 2014

"Llegó aquí entonces la palabra..."

La palabra es lo más poderoso que tenemos para crear y también para destruir. Sanan... y también matan. Las palabras se someten a nuestros pensamientos y buscamos racionalmente darle forma a nuestras ideas a través de estas. Constituyen la mismísima materia de nuestra realidad. ¿Cuántas veces hemos arruinado algo por una palabra? Y, ¿cuántas otras una palabra ha tenido el poder de darnos paz? Esto es porque le damos sentido a las palabras, le damos un significado.

La palabra CREA. La palabra crea el mundo desde el origen. La palabra como creadora. Esto lo podemos comprobar, por ejemplo, en dos libros sagrados: La Biblia y El Popol Vuh.

La Biblia es el conjunto de libros canónicos del judaísmo y el cristianismo. Mientras que el Popol Vuh es el libro sagrado que tenían los mayas quiché. En este se narraba la historia del pueblo maya desde su creación hasta alrededor del año 1520. En la primera parte se narra el origen del mundo con la respectiva creación del hombre. Después narran las hazañas de sus héroes míticos Hunaphu e Ixbalanque.

"Solamente había inmovilidad y silencio en la oscuridad, en la noche. [...] Llegó aquí entonces la palabra, vinieron juntos Tepeu y Gucumatz, en la oscuridad, en la noche, y hablaron entre sí Tepeu y Gucumatz. Hablaron, pues, consultando entre sí y meditando; se pusieron de acuerdo, juntaron sus palabras y su pensamiento." 
Primera Parte, Capítulo I. Popol Vuh.


"En el principio existía la Palabra, y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios". 
Evangelio de San Juan 1:1. 

El Jardín de las Delicias, El Bosco

Lo verdaderamente importante de la palabra es que te hace. Creamos una realidad. Le damos un sentido a lo que decimos. Por ejemplo, un insulto es molesto porque tiene ese sentido, porque le damos ese sentido nosotros mismos. Por lo tanto, el sentido y significado es un producto dialógico (a través del diálogo). Un encuentro a través de la palabra. El significado no existe, el significado se hace, se construye. Y las cosas adquieren sentido en un contexto determinado. Es diferente de un lugar a otro y a esto lo llamamos cultura.


"Mis palabras suben volando, mis pensamientos se quedan aquí abajo; palabras sin pensamientos nunca llegan al cielo." William Shakespeare. 




viernes, 26 de septiembre de 2014

Buscando respuestas.


Desde que somos pequeños somos grandes generadores de preguntas. Nuestra ambición por encontrar respuestas no cesa. Y esa ambición es la que nos lleva a generar preguntas. El día a día se basa en preguntas que nos hacemos a nosotros mismos y al mundo en general. Preguntamos por pura curiosidad con un único fin; aprender.

Hoy hablaré sobre una gran película que, en mi opinión, tiene mucho que ver con este tema, 12 Hombres sin Piedad de 1957. El director, Sidney Lumet, logra representar un problema social a través de una situación grupal. La película consiste en un intenso drama judicial sobre el debate que tiene que realizar un jurado de doce hombres justos en el caso de un joven de baja clase social, acusado de parricidio. 

Pues bien, la mayoría del jurado veía clara la culpabilidad del joven porque estaba influenciada por sus realidades, aprendidas por sus prejuicios y supuestos. Cuando esa realidad no es compartida, es difícil el consenso, porque cada uno considera que su realidad es la verdad absoluta y no hay más que hablar. De ahí la importancia de que uno de ellos tenga una duda razonable. Este hombre, interpretado por Henry Fonda, simplemente se pregunta por qué el acusado tiene que ser culpable y analiza todas las opciones. Revisa con lupa todas las pruebas y testimonios, para así convencer a los demás de que esta duda razonable existe, y que ésta es suficiente motivo para cambiar sus veredictos. Una duda que logra que los demás reflexionen, y no sólo les llevará a replantearse el problema, sino que además, les llevará a un verdadero análisis y a cuestionarse sus propios valores morales. Todo ello lo consiguen por hacerse preguntas, por dudar, por querer aprender y conocer. Ya que sin preguntas, no existen las respuestas. Y no se puede dictar una respuesta sin antes haberse preguntado sobre ella.

“Donde quiera que se encuentre el prejuicio, siempre nubla la verdad.”

12 Hombres sin Piedad, Sidney Lumet